(Mañana ha sido hoy tan de repente)

abrigaos por las noches, que todavía hace frío.


31X052006
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Camino por entre las calles de un parque zooilógico. Detrás de los barrotes de las jaulas se revuelven animales heridos. Salpican con su sangre mi rostro y es bautismo. Se enfadan con el mundo y no distinguen la luz de la ceguera. Tan dentro todo.

Les abro las puertas de sus jaulas para ver si a cielo abierto duelen menos los labios que supuran, pero fuera andan desorientados y torpes, aún con la puerta abierta, vuelven a su cubil y desde allí me escupen. Meten las garras entre los barrotes y me dan zarpazos. Pero los arañazos restañan en mi piel a la velocidad del que ya sabe cauterizarse desde dentro, de las heridas se aprende. De los barrotes no.

En el parque hay millones de senderos que se tienden en todas direcciones, feriantes de medio pelo tienen animales esclavizados a los que hacen bailar. Les dan migajas de pan duro y ellos bailan al son de sus acordeones una música leve, unas notas perdidas, y venden nada. Millones de caminos y cruces en los caminos y cruces de caminos donde una fauna espectral se satisface en, precisamente, venderte nada. Pero yo no tengo nada con qué pagarles y entonces me amenazan con miedo.

Una parte de mí se maravilla con este espectáculo, con este baile de máscaras, con esta danza macabra. Otra parte de mí se entristece porque no hace tanto que yo también estuve en una jaula, bailando al son de quien me daba migajas de pan duro. No sé cómo lo hice, pero salí de aquéllo.

Luego camino otro rato hasta que salgo del parque, erguido y sonriente. Me encuentro con mi gente que me acoge en un abrazo y me pregunta donde estaba.

Dando una vuelta. Pero he cogido un poco de frío en las alas.







(Mañana ha sido hoy tan de repente)

algo huele a podrido en Dinamarca


29L052006
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Caminar o no caminar,
he ahí el dilema, porque
¿qué es más noble para el espíritu?
recorrer armado de paciencia
el camino arriesgado de la suerte
o soportar un mar de conformismos
y sin hacerlos frente
sobrevivir con ellos.

Quedarse quieto,
no transcurrir sin más,
pensar que con pararse
se pone fin
al hondo desasiego
que provoca el movimiento
es meta digna
de ser íntimimante deseada.

No transcurrir, no transcurrir, no transcurrir... perdérselo todo tal vez.
Ese es el problema
porque ¿qué experiencias dadoras de infinito
nos estaremos perdiendo
por quedarnos quietos?

(Mañana ha sido hoy tan de repente)

la jadehollante embocapluvia del orgumio


25J052006
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Se me apolona la angumia en el cordiante y los visientes repedulan sin ponecer. Por más que entrecobre mi espilete, por mucho que reflate con propercios de voluntas mi animante recorcida, aunque insalte para tendonar el nivel de lagrantes de mi estíquida, todo acapa en un espalto. Cortázar me habría animorado con una de sus frosas, me habría dolado una plemada en la espacida y reconado con encomio a repolarme, ché. Y sin embargo nada me legace. El transclavo del dión me descompala, me aburrumo con todo y todo me aburruma. DE haber pindonado una golanda no hubiese sablado qué amber. Y si replanto todo esto a estas alcumias, no es sino por las funcias que me animolan.

Yo quisiera envolarme como antes, cuando era tan fenil e inodesable, menemecer las cosas que relundan y son casi una consida, instender como todos, pendir venos y almidas como todos, reconar cuando no hay espégines como todos, como hacen todos. No circunfolarme a las oscinas regamas de la animia, para vener si por un baldín, por alguna esplíndola estrapola, condiero por fin una reloma que me alame con la misma panión con la que antes se trotaba a bestos.

Y no despanarme ya más en ningún lamio.


(Mañana ha sido hoy tan de repente)

todo es lo mismo


24X052006
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Trato de vivir de forma creativa; me encaramo en cuanto puedo al tren del entusiasmo. Hacer la cama, cocinar, vestirse, ir al trabajo... cualquier actividad por cotidiana que parezca puede ser motivo para salir de la rutina pues todo se basa en elecciones y nadie nos obliga a hacer siempre lo mismo.

En serio, la rutina no suele hacer mella en mí, y aunque es algo que hace mucho que vengo practicando, últimamente todo, cuando no me aburre, me entristece.

Da igual que cambie de repente, que haga auténticas locuras, no hay sorpresas, todo se tiñe de azul o gris profundo, hasta escribir este post está empezando a llenarme el corazón de cristales fríos.

No tengo ni idea de por qué, pero sospecho que tiene que ver con algo de lo que hasta hace poco ni me había percatado: el mundo está lleno de espirales.



(Mañana ha sido hoy tan de repente)

usted no está aquí


22L052006
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He debido equivocarme en algún sitio, en algún cruce de caminos debí tomar el que no era, porque de pronto me siento tonto perdido. Más perdido que tonto, todo hay que decirlo, pero también tonto.

Y sobre todo aquéllo que creí tener ya superado: el no saber si ir o quedarme y ni siquiera si ir o quedarse es un modo cierto de respuesta.