la protección inútil
07j082008
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Lo sé muy bien, soy de una timidez enfermiza, estar en el mundo me es hierro, me es guijarro. Hasta el agua, casi siempre mi aliada, resbala seca y hostil contra estos labios que la quisieran almendra y encaje; al atardecer, bajo la luz ambigua que todavía me permite errar por la ciudad, el perfil de las nubes, ese perfil suavísimo, lacera brutalmente en mi piel y me obliga a huir gritando, a refugiarme bajo los portales. Me aconsejan que viaje en subterráneo para mayor seguridad, o que me compre un sombrero de alas flotantes. De nada vale que me hablen con el tono que suscitan los niños, yo miro hacia lo lejos donde sin embargo hay una golondrina esperando para afilar sus tijeras en mi cuello. Los consejeros municipales han llegado a votar créditos para mi protección, la gente se preocupa por mí.
Gracias señoras y señores, me gustaría retribuir tanta gentileza con ternura y civilidad; desgraciadamente ustedes estarán siempre allí y eso es acantilado a pique, máquina para moler la sombra, insoportable exageración de una bondad armada de garras de coral. Cada vez me parece más penoso complicar la existencia ajena, pero no queda ninguna isla desierta, ninguna arboleda de mala fama, ni siquiera un corralito para encerrarme en él y, desde allí, mirar a los demás bajo la luz de la alianza. ¿Tengo yo la culpa, oh tierra poblada de espinas, de ser un unicornio?
JULIO CORTÁZAR, Último Round
Unicornio de Román Díaz
que he doblado en húmedo
con un cuadrado de 35x35 cm
de papel Tant rojo por ambas caras.
La foto no le hace justicia.
(Hay veces que las cosas sólo cobran sentido muchísimo más tarde. Que caminando y sin querer, pero asombrado, uno acaba en el otro lado de la realidad, y es tan hermoso.)
6 han querido poner más luz en esta calle
Gracias por poner ese unicornio junto a Cortazar. Es un orgullo para el animal.
Tengo que enviarte un regalito en cuanto pueda.
Besos mientras tanto
Me pregunto cuàntas veces viste a la muerte cara a cara, Eduardo...
Y no puedo evitar pensarlo cuando te leo.
Bellas manos las artìfices del unicornio.
Un beso.
El unicornio quizás se aprendió de memoria la canción que Croacia mandó a Eurovisión. Pero él no lo sabe.
Bendita bendición el que sea así de bello.
(Efectivamente, el otro lado de la realidad es hermoso)
Conoces bien ese otro lado -tan bello- de la realidad.
Sigue contándonoslo.
Un abrazo.
¿Cómo dudas del Arte de tus manos?
Si que hace justicia la figura.
Saludos.
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