el desayuno de los campeones

17V112006
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Busca en tu mente tu lugar seguro, allí donde nada te perturba, busca dentro de ti ese recuerdo que mantienes libre de telarañas, el columpio de la infancia, o aquel amigo, o aquel encuentro casual, o aquella historia. Busca allí donde te sentiste henchido, donde el corazón se esponjaba, se derramaba.

Y cuando lo hayas encontrado vete allí de vacaciones mentales. Un rato largo. Toda la tarde. Pasea por el jardín de tu memoria. Respira hondo. Cada vez más lento, hasta que el ritmo de tu respiración sea una cadencia pacífica. Sonríe. Sin esfuerzos, sin forzar los músculos, desde las tripas. Relaja los hombros. Cuenta hasta mil en números preciosos.

Y luego vuelve poco a poco. Enfréntate a la vida. Enfrenta tus problemas con el ánimo sereno. Ocúpate con ánimo. Trabaja con alegría.