(Mañana ha sido hoy tan de repente)

todo tiene su tiempo bajo el sol


02J032006
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Existe un tiempo para sembrar y otro para recoger lo sembrado. Y entre medias el tiempo de la espera, largos días de horas planas que transcurren apenas sin contacto, momentos en los que uno puede a lo sumo aspirar a entretenerse, caminar de puntillas sobre las aguas turbias del hastío.

Y en mi sangre este pulso conocido, este signo sabido... les queda nada para florecer a los almendros.







3 han querido poner más luz en esta calle

Anonymous Anónimo, cual luciérnaga, añade que...

Justamente en eso estriba la fecundidad de la espera:
Horas planas, el paso sin huellas aparentes, el tiempo perdido, el hastío... Al final los almendros florecen.
Por ese pulso conocido, ese signo sabido que se nos urge merecen la pena la espera y la esperanza.

2/3/06 08:35  
Blogger Holden, cual luciérnaga, añade que...

Mi humilde experiencia es que en esas etapas de transición uno crece, y crece.

2/3/06 17:36  
Anonymous Anónimo, cual luciérnaga, añade que...

...aquí, en mi "aquí", hace demasiado frío, demasiado viento... no creo que los almendros vayan a florecer... pero espero... espero...

6/3/06 16:29  

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