(Mañana ha sido hoy tan de repente)

ancho es el espacio de la palabra disponible (explicaciones en forma de bolero)


16J022006
__________________________________________________
Es extraño, pero de un tiempo a esta parte he ido comprobando que la gente mira con recelo a los felices, sobre todo si el brillo que irradian sus ojos es el ascua viva, la brasa pura de las estructuras caducas incendiadas, si el aire que se respira es el ancho espacio que brinda la palabra disponible.

Ese recelo se torna beligerancia en aquellos que aceptan con resignación su tiempo preso y tienen poca iniciativa para administrar su escaso tiempo libre, que llenan de rutinas placenteras, actividades que les sirvan de “evasión” o “que les hagan desconectar”, que no les hagan pensar.

Esa es otra. Pensar es una actividad muy poco valorada. Hay gente muy ingeniosa que repite “no me pagan por pensar” o peor: “no te pagan por pensar”. Esa gente me mira raro cuando les contesto muy serio: “no, ya, eso es algo que hago gratis”.

Hay que ocuparse de uno mismo y eso supone lucha, combate, actividad por nuestra parte.

Y aquí habría que hilar muy fino: ocuparse de uno mismo no es egoísmo; egoísmo es ocuparse de uno mismo por encima o a pesar de los demás. Ni tampoco individualismo, individualismo es ocuparse de uno mismo sin contar con los demás.

Uno puede ocuparse de uno mismo sin hacerlo a costa de los demás, sin hacerlo sin contar con los demás. Es más, creo que hay que ocuparse de uno mismo de una manera altruista y solidaria.

¿Qué es lo que quieres? Esa es una pregunta que hay que tratar de responder. Y si no hallamos respuesta hay que intentar entonces empezar por respondernos qué es lo que no queremos hacer, que casi siempre es más fácil, y no hacerlo. O dejar de hacerlo: no hagas lo que no quieres hacer.

Y una vez respondido hay que trazarse un plan, que seguir una estrategia, ser paciente, ser constante, ser valiente y caminar seguro. Y tal vez a los demás logremos engañarles, pero a uno mismo no se puede, así que más te vale ser sincero si no quieres que los viajes alrededor de la almohada se tornen pesadillas.

Yo ahora cuando me miro en el espejo veo en mis ojos el ascua viva, la brasa pura de las estructuras caducas incendiadas. Respiro el ancho espacio que brinda la palabra disponible.

Y si me dices ven, es muy probable que vaya... porque hace ya algún tiempo que lo dejé todo.


8 han querido poner más luz en esta calle

Blogger Abby, cual luciérnaga, añade que...

suerte
(que suerte tuviste y cojones también, todo lo que yo no tengo y no hablo ahora de lo que más hablo siempre, ni mucho menos)
te la mereces

16/2/06 17:30  
Blogger Holden, cual luciérnaga, añade que...

No dejes de pensar.
Por favor.

17/2/06 16:15  
Blogger Marta, cual luciérnaga, añade que...

Y entonces se lo darías todo... tus momentos más ocultos, tus secretos que son ¿pocos?...

Sin duda, habría felicidad si vas.

Pues que no se le haga tarde ni detenga el momento, que se está perdiendo todo ese brillo intenso.

Un beso ancho.

17/2/06 19:10  
Blogger tormentadeletras, cual luciérnaga, añade que...

hummm..unito....a veces..debemos ocuparnos de nosotros mismos..a PESAR de los demas....de sus miradas laterales,de sus "urgencias(siempre ,aparecen como mas...urgentes)de sus planes.....de sus siempre prioritarias prioridades......y enseñarles cm a cm....que nuestro espacio es nuestro...y no lo entregaremos!!!
que las horas que nos "roban"...no pueden reemplazarlas....y que es nuestra prerrogativa..en que emplear nuestra vida!!!
ahh..no te dire ven..pasare a buscarte...y te dire....VAMOS?????

desde eel sur.........brissssitasssssssssssssssssssss

18/2/06 02:09  
Anonymous Anónimo, cual luciérnaga, añade que...

Bonita reflexión, estoy de acuerdo en todo menos en lo de que una vez que sepamos lo que queremos debemos trazarnos un plan; hay cosas imprevisibles, un factor sorpresa que no hay que olvidar, no es tan sencillo como decir quiero esto y seguiré este camino para conseguirlo. Puede que nos encontremos con que tenemos que construirnos el camino o que lo que queremos esté mucho más cerca. Incluso nosotros mismos podemos cambiar nuestros deseos.

No sé si me he explicado..pero bueno, lo he intentado. Un abrazo

18/2/06 17:44  
Blogger Azdumat, cual luciérnaga, añade que...

Hay gente que olvida su felicidad por envidiar la de otros. Nosotros dejémos que se nos contagie.

21/2/06 02:38  
Blogger D..., cual luciérnaga, añade que...

Entonces ven... vamos... caminemos por tu ciudad que me gusta tanto, en un viaje desde dentro, a ver si así descubrimos tantas cosas insospechadas...

21/2/06 14:19  
Anonymous Anónimo, cual luciérnaga, añade que...

Quizá deberías ser tú esta vez quien dijera 'Ven'...

22/2/06 19:13  

Publicar un comentario

<< Cuando estés perdido, vuelve al principio -Vizinni-