me persiguen los sueños

23L012006
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Y ahora comprender cabalmente que todo este transitar como perdido no era otra cosa que labores de cimentación necesaria. Que se sostienen y que era cierta la luz que se emanaba desde el fondo, desde más allá, desde el lado tenebroso donde la inconsciencia me había llevado a resbalones.

Entender que existe un pasmo esencial en estar siendo, y que ser es un acto voluntario, que vivir la vida requiere acción por nuestra parte, que la rutina es un monstruo feroz que te devorará las entrañas a poco que te dejes llevar por la comodidad, que la costumbre no es modo de combatir el miedo, sino pobre maquillaje para ablandar esquinas, forma triste de cerrar los ojos.

Se me abren puertas y entro y están llenas de música y promesas. Y en ellas hay gente que viene a conmoverme. Hay cuerpos que reclaman movimiento y voces que proponen fiesta. Hay oportunidades de expansión al infinito y tiempo para disponer como se quiera. Hay sueños que vuelven y sueños que se matizan. Se me desborda el amor por todas partes. Y atodo digo que sí, en todas las horas participo.

Ya no hay afán, ya no hay urgencia, ya no dependo. Ahora ya sé que no dicen más que mentiras las paredes.