hoy me llueven soles

18X012006
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Un año de poner cimientos en una Ciudad que quise llenar de presencias. Un año intentando mostrar que se pueden encontrar cosas más allá de la apariencia que dotan de sentido a lo que a simple vista no parece sino vacío. Un año de mirar por todas las esquinas, un año de darme sin un ápice de trampa. Un año siendo humano. Demasiado humano. Un año de encontrarme y de desencontrarme. Un año de empezar engordando y terminar creciendo. Un año de llantos y de risas. De prodigios (verdaderos prodigios) y derrotas (verdaderas derrotas). Un año de muchísimos encuentros. Un año de caminar con gente extraordinaria, de alimentar vínculos, de veros cómo os ibais transformando o como ibais permaneciendo. Un año de veros tropezar y seguir, un año de irme sosteniendo. Un año de perder gente por el camino y estar triste. Un año de muchísimos cambios, no os podéis hacer una idea de cuántos. Un año de pocos besos y eso es triste y va a haber que cambiarlo. Un año de soñar despierto. Un año de querer vivir los sueños. Un año de desenamorarme y enamorarme y de parecerme las dos cosas tremenda vaina. Un año de creer a pies juntillas en que el único camino posible es la comunicación entre los seres humanos. Un año de insistir hasta cuando no podía ni con mi alma. Un año de palabras. Un año de tratar de sorprenderos. Un año entero.

Un año de comprender un poco más la vida. De comprender que merece la pena. Que la merece. La pena.

Un año de desempolvar las alas (y aún no vuelo, os lo confieso un poco avergonzado, pero estaba más hundido de lo que yo ni siquiera sospechaba). Un año de desaprender las convenciones que a todos nos oprimen, en ello ando todavía.

Un año de meteros en mis ojos, con la esperanza sincera de que lo sintierais regalo.

Un año. Un año entero.